Lindworm es una gran serpiente alada, sin cola, que posee dos patas o ninguna. El folclore europeo la califica de maneras opuestas: algunas leyendas la consideran un animal pestilente, al que se acusa de robar y alimentarse del ganado, pero otras historias la veneran como amuleto para la buena suerte. Lo cierto es que éste es un animal fabuloso comúnmente representado en la heráldica nórdica y germánica. Se parece a los wyvern, legendarios reptiles con alas, piel escamada y respiración ardiente.
El lindworm –llamado lindorm en Escandinavia y Lindwurm en Alemania, a partir de la unión de palabras germánicas que significan “la serpiente que entrampa”– es una víbora enorme con aspecto semejante al de un dragón, muy citada en la mitología y el folklore europeos.
Marco Polo expresa en su Diario que en la provincia de Carajan –situada en el sureste asiático– pudo conocer esta clase de serpientes-dragones inmensas y espantosas.
El mencionaba que poseían dos patas delanteras próximas a la cabeza y pies con garras de halcón o de león, además de una boca lo suficientemente grande como para tragar a un hombre entero de un solo bocado.
Durante el siglo XIX, el folclorista sueco Gunnar Olof Hyltén-Cavallius reunió en una antología gran cantidad de historias sobre estas criaturas legendarias de Suecia.