Falkor o Fuchur, según la versión alemana original, es el Dragón de la Suerte que cobra un papel protagónico en La historia sin fin, novela escrita por Michael Ende. En esta obra literaria el nombre del dragón se explica no por sus capacidades para favorecer la buena fortuna de los demás, sino porque goza de una suerte fuera de lo común. En la misma novela aparece el dragón antagonista, Smerg, un ser malvado.
El Dragon de la Suerte (Luckdragon o Glücksdrachen) es una especie ficticia cuyo cuerpo es de color perlado y alargado, sin alas, sólo con patas rudimentarias. La forma de su cabeza se describe con menos exactitud, pero en la adaptación fílmica de la novela, que data de 1984, adquiere características distintivas de los perros, como cuando Falkor solicita a Atreyu que le rasque el oído. Sin embargo, creer que los dragones de la suerte se parecen a grandes perros es una idea incorrecta, que no se corresponde con el texto literario de base.
A diferencia de la mayoría de los dragones mitológicos, los Dragones de la Suerte no poseen una fuerza física inmensa ni grandes talentos mágicos. Su capacidad distintiva radica simplemente en la suerte que tienen en cada cosa que emprenden. Por ejemplo, en un punto en la novela, Fuchur/Falkor intenta localizar y rescatar a su compañero perdido a través de una fuerte tormenta sin tener idea de dónde buscarlo... pero lo logra, sin explicación lógica, sólo gracias a su instinto y a su buena fortuna.
Otro rasgo especial de los dragones de la suerte es la capacidad de volar a pesar de no tener alas. Se trata, en realidad, de una especie de “levitación” más que de un vuelo real, aunque alcanzan una velocidad enorme. En la novela se menciona que sus movimientos son semejantes a las contorsiones de las serpientes del mar meneándose en el agua.